El acompañamiento terapéutico está dirigido a aquellas personas que requieren de un seguimiento terapéutico continuado y práctico.
De manera que puedan ser atendidas en vivo en muchas de las situaciones complicadas con las que se encuentran en su vida cotidiana.
Gracias a la presencia del/la acompañante, estas personas se sienten capaces de hacer frente a aquellas situaciones con las que no podrían enfrentarse estando solas.
El objetivo de esta técnica es que gradualmente el paciente consiga cuotas de autonomía satisfactorias para él y de este modo pueda prescindir de este yo-auxiliar que representa el acompañante.
Gracias a su aplicación puede evitarse; en muchos casos; el ingreso en un centro especializado.
En cualquier caso, esta técnica es complementaria a la terapia que se sigue con el psicólogo de referencia.
Cómo acompañamos:
- Una vez que el psicólogo y el paciente se han puesto de acuerdo en la conveniencia de que el segundo reciba la ayuda de un acompañante terapéutico, tiene lugar una primera entrevista entre el paciente y el acompañante, en nuestro centro o en el domicilio del interesado/a según sean sus circunstancias.
- Paciente y acompañante estudian la mejor forma de llevar a cabo el acompañamiento y desarrollan un plan de apoyo.
- Por el hecho de tratarse de un tratamiento personalizado los puntos de encuentro y las actividades que se proponen son muy variadas.
- Algunos ejemplos de acompañamiento terapéutico:
ü Actividades deportivas: andar, montar en bicicleta, pádel, tenis, nadar...
ü Gestiones: buscar trabajo, ir a comprar, hacer recados...
ü Enfrentarse a situaciones fóbicas: espacios cerrados, coger el coche, subir a un ascensor, ir al cine, espacios abiertos, lugares muy concurridos, sentarse en un establecimiento público (tomar un café, comer en un restaurante)...